Fue un grito claro, contundente, preciso, oportuno.
Lo profirió Andrés Gómez Emilsson pero lo suscribimos millones de mexicanos.
Sucedió en Palacio Nacional durante la ceremonia del Premio Nacional de la Juventud.
Desde la presentación Andrés hizo patente su desacuerdo con Calderón al negarse a saludarlo de mano. Pero cuando en su discurso, Calderón se refería al caso de Eufrosina Cruz Mendoza, la indígena a la que arrebataron la alcaldía de Santa María Quiegolani, André Gómez estalló:
“Él estaba usando justo esa idea para legitimizarse y eso me parece aberrante, porque justo lo que él hizo en las elecciones de 2006, fue no darnos voz a los mexicanos; en un proceso totalmente antidemocrático que demuestra que este país no es libre y él estaba diciéndolo como si ellos fueran los héroes de la democracia y ya no me pude contener y tuve que gritarle: espurio”.
Y cuando Calderón tratando de recomponer su discurso aludía a la libertad de expresión, fue interrumpido por Mario Virgilio Santiago, estudiante de la UNAM, que desde el público exclamó: “¡no hay libertad en este país, no hay libertad!”. ver video
Ambos fueron detenidos por elementos del Estado Mayor. Los interrogaron, fotografiaron e incomunicaron. Cuando Mario preguntó por qué habían sido detenidos, como única respuesta le espetaron: “Eso pregúntaselo a tu pinche conciencia”.
*información de La Jornada, Milenio, Reforma y El Universal.
No es la primera vez. En la inauguración de la FIL en año pasado,
una ciudadana llamada Liz, le recordó su condición ilegítima.
