febrero 22, 2009

Zapopan o las pugnas intestinas de la partidocracia

Artículo de opinión publicado en Mural

Además de ser el segundo municipio en importancia en términos presupuestales del estado de Jalisco, de albergar las zonas residenciales de mayor plusvalía, Zapopan se ha convertido en el principal foco de la próxima contienda electoral, particularmente porque de 1995 a la fecha, ha experimentado gobiernos de alternancia de los dos partidos políticos “verdaderamente existentes” en el área metropolitana: el PAN y el PRI. Esto último ha propiciado que la designación de las candidatos a ocupar la alcaldía zapopana ha convertido los procesos internos de ambos partidos en virtuales guerras civiles, que más allá de algunas diferencias lo que se destacado son las enormes similitudes entre ambos organismos partidarios.

Para el priismo jalisciense Zapopan representa la oportunidad de arrebatarle la plaza al partido oficial, posibilidad absolutamente real si se atiende a la cuestionada y desastrosa administración del panista Sánchez Aldana. Pero no es esta posibilidad la qua ha desatado la lucha intestina entre los aspirantes del tricolor. La alcaldía de Zapopan representa para el priismo, la antesala al gobierno estatal (remember Zamora) en el 2012. Eso y no otra cosa explica la rebeldía de algunos aspirantes a someterse a la línea de la dirigencia estatal. El fracaso de la candidatura de unidad instrumentada por Javier Guízar pone al descubierto la fragmentación al interior del partido que se expresa en el registro de Raymundo Gómez Flores, Salvador Rizo Ayala y Héctor Vielma.

Para el panismo, Zapopan se ha convertido en una arena más en donde se dirimen las diferencias irreconciliables entre los “doctrinarios” de Ramírez Acuña y los “yunquistas” que se aglutinan en torno al gobernador. Confiados en la tendencia histórica del voto electoral favorable y conscientes de que el distrito X es el más panista del país, la pugna intestina que se registra entre sus aspirantes menos tiene que ver con conservar la presidencia del municipio, que con el fortalecimiento hegemónico de la corriente “paquista” al interior del partido en Jalisco. Aprovechando esta confrontación entre las principales corrientes, el casi extinto “grupo zapopan” irrumpe en la escena esperando convertirse en el “fiel de la balanza”. Es en este contexto donde se explica la “polarización” entre los cinco aspirantes al cargo: Guillermo Martínez Mora, cobijado por el gobernador, Raúl Alejandro Padilla del grupo doctrinario, Bernardo Guzmán del grupo Zapopan, así como los emergentes, con escasa o nula oportunidad, Salvador Cornejo y Martín García.

Parecería que en la actual disputa asoman nuevas formas de procesamiento político al interior de estos partidos. Una contienda “democrática” al interior del PRI y una “candidatura de unidad” en el PAN. Lo cierto es que la contienda interna el PRI se deriva de una transgresión a la disciplina partidaria y en el caso del PAN no son apariencias. Cada día se asemeja más al PRI.

Empero, más allá de estas luchas intestinas en la designación de quien presidirá el cabildo municipal, Zapopan llega a la hora de las urnas con serios problemas incubados en los últimos años, producto de la irresponsabilidad administrativa de alcaldes panistas y priistas, que amenazan con estallar, como el otorgamiento de licencias para la construcción de rascacielos multifamiliares que han colapsado ya, aún antes de su ocupación habitacional, en la zona en donde intersectan avenida Patria y Acueducto; la denuncia de corrupción de la administración municipal revelada por la encuesta de Profesionales de la Ética; el uso y abuso de la fuerza publica contra los comerciantes de Eva Briseño y los colonos de Royal Country y otros más.

De hecho, a los habitantes de Zapopan, incluido el que esto escribe, no les interesan los diferendos internos derivados de una partidocracia que ha monopolizado los canales de representación política y acceso de los ciudadanos al poder. La intervención de los zapopanos para definir el perfil del futuro gobernante es escasa, por no decir nula. Expulsados de los procesos de definición, los ciudadanos serán exclusivamente convocados este 5 de julio, a validar con el voto, lo que unos cuantos decidieron a sus espaldas.

febrero 06, 2009

Emilio, una propuesta indecorosa

Publicado en la sección Correo del Lector de PUBLICO

El 5 de febrero a las 19:53 se registró en mi contestadora una llamada que me causó cierta sorpresa.

“Que tal!, soy Emilio González gobernador de Jalisco. Si tú o un conocido tuyo tiene una empresa micro o pequeña les podemos apoyar con créditos para crecer o conservar los empleos. La economía en el mundo, en México y en Jalisco pasa por un momento difícil, por eso hoy como nunca estamos dando apoyo sin precedente: marca el 01 800 36 52 574, 01 800 36 52 574”.

Llamé al número telefónico que resultó ser de FOJAL. Con una rapidez poco frecuente en las oficinas de gobierno una señorita me atendió y después de preguntarme sobre el municipio desde donde llamaba, me informó que para la obtención del apoyo debía acudir a una plática informativa en las sus instalaciones lacalizadas en Chapultepec 140 2º. piso despacho 208. El monto del apoyo fluctúa de 5,000 a 100,000 pesos y las sesiones se ofrecen tres veces al día.

Si bien en esta ocasión la discrecionalidad con que el gobernador dilapida el presupuesto estatal en limosnas al clero y subsidio a los caciques del transporte toma como pretexto “apoyar a los micro y pequeños empresarios”, no deja de causarme cierto escozor el hecho de que en mi teléfono particular, el gobernador en propia voz, me ofrezca un apoyo económico. Mal pensado que soy, la llamada me sonó muy parecida a las añejas prácticas de compra de votos en los períodos electorales.

En palabras llanas el mensaje me pareció que me preguntaba: ¿Cuánto quieres por tu voto?

El Código Penal Federal en su artículo 403 fracción VI, tipifica como delincuente electoral a quien “solicite votos por paga, dadiva, promesa de dinero u otra recompensa durante las campañas electorales o la jornada electoral”. ¿Será que la FEPADE se dé por aludida?